Venta de una finca rústica – Guía para conseguirlo
Todos los propietarios de inmuebles que están pensando en la venta de una finca rústica se topan con multitud de incertidumbres a la hora de dar este paso tan importante.
En este post os proponemos una serie de pasos que seguro os proporcionará más claridad y orden en el proceso de venta de una finca rústica. El orden planteado no es estricto, se puede alterar en función de la tipología de la finca o de vuestras necesidades.
1- Conocer bien la situación del mercado inmobiliario de fincas rústicas
Estudiar si el mercado está en una situación creciente o negativa, es decir, si la venta de fincas rústicas está subiendo, está estancada o por el contrario está bajando. Puedes verlo a nivel general en distintas publicaciones como el Resumen anual del mercado de fincas rústicas en 2023.
Por supuesto, tendrás que analizarlo desde un punto de vista más local, desde el municipio donde se encuentra ubicada tu finca, hasta la situación del mercado inmobiliario rústico en la provincia.
En función de la situación del mercado y de tus circunstancias personales podrás decidir si es buen momento para comenzar la venta de una finca rústica o por el contrario deberás aguardar a que lleguen tiempos mejores.
2- ¿Cuánto vale mi finca rústica?
Este es uno de los aspectos más importantes en el proceso de venta de una finca rústica, ya que si no definimos bien un precio de venta puede ocurrir bien que la venta se demore en exceso incluso llegando a eternizarse, o por el contrario que fijemos un precio muy por debajo del valor real dejando de percibir una buena cantidad de dinero.
Para ayudarte a definir bien un precio real de venta de una finca rústica, te recomendamos acudir tanto a profesionales del sector inmobiliario que conocen bien las últimas transacciones de inmuebles similares al tuyo, o bien a profesionales de la valoración y tasación de fincas.
En este último caso, para que la tasación no se demore mucho y tenga un coste muy elevado, puedes recurrir a una tasación online de finca rústica que por un módico precio te proporcionará de manera inmediata una acertada estimación de valor de mercado. Puedes acceder directamente en RURAL DATA.
3- Preparar la finca para que esté en una óptima condición
Tenemos que repasar todas y cada una de las características y condiciones de nuestra finca, para intentar resaltar o mejorar las mejores cualidades del inmueble y que de este modo destaquen por encima de los aspectos negativos que pueden dificultar la labor comercial.
Si hay que llegar a cabo alguna de inversión de mejora, habrá que calcular con exactitud el coste de dicha inversión y su rentabilidad para así evaluar si merece la pena dicha mejora a efectos de la venta.
Cuanto más preparada y mejor esté la finca, se venderá antes y a mejor precio.
4- Organizar la documentación necesaria para vender una finca rústica
En primer lugar, tendrás que acudir al Registro de la Propiedad y pedir una nota simple para verificar que todo está correcto y no hay ningún aspecto que pueda paralizar o entorpecer la venta llegado el momento de la formalización de la operación.
Comprueba que no haya ninguna carga, hipoteca, embargo, etc.
También hay que disponer de la documentación catastral, para certificar que está actualizada conforme a la descripción registral o la situación real de la finca en cuanto a superficies y usos o aprovechamientos. Puedes acceder directamente a la Oficina virtual del Catastro.
En el caso de que la finca tenga edificaciones o construcciones agrarias, conviene tener preparada toda la documentación de las mismas, tanto planos como los distintos permisos de actividad.
Si la finca tiene agua u otros derechos tendrás que tenerlos preparados para aportarlos al posible comprador.
5- Poner en marcha la parte comercial de la venta de una finca rústica
Llegados a este punto tenemos dos opciones:
a) Encargarnos nosotros mismos de vender la finca. Esto significa preparar el anuncio en internet, atender llamadas, ir a las visitas, gestionar contactos, negociar con posibles compradores y por último cerrar la venta con la firma en la notaría.
Esta opción a priori es más económica pero conlleva mucho trabajo y mayor riesgo de que la operación salga mal.
b) Acudir a un profesional inmobiliario especializado que se ocupe de todos los trámites de la venta, desde el inicio hasta su completa finalización.
La agencia va a cobrar una comisión por estos servicios, normalmente entre un 3 y un 5% del precio de venta, pero a la larga su trabajo bien merece este pago, especialmente cuando se trata de un inmueble especial como puede ser una finca rústica cuya venta suele ser más complicada que por ejemplo una vivienda.
Preguntas frecuentes para vender una finca rústica rápidamente
¿Quién paga los gastos de la compraventa?
Normalmente, y salvo que se pacte algo en contrario, todos los gastos derivados de la compraventa los paga el comprador. Estos gastos serán la notaría, registro, impuesto de transmisiones patrimoniales, etc. El único pago que deberá hacer frente el vendedor será el recibo del IBI del año en curso.
¿La venta de una finca rústica paga Impuesto de Plusvalía Municipal?
Las fincas rústicas están exentas del pago de este impuesto que sólo afecta a la transmisión de fincas urbanas.
¿Se puede vender una finca rústica que está hipotecada?
Por supuesto. Lo único es que en el momento de formalizar la compraventa se deberá cancelar íntegramente la hipoteca, asumiendo la cancelación y sus gastos el vendedor. No obstante, siempre se puede ofrecer al comprador la posibilidad de subrogarse en la hipoteca.
¿Se puede vender una parte de una finca?
No, se trata de un proindiviso. Para vender una parte de una finca habrá de hacerse previamente una división o segregación de la finca, completar todos los trámites legales y administrativos.
Una vez que tenemos una nueva finca segregada se puede vender sin ningún problema.
¿Qué tipo de fincas se venden mejor?
Las fincas de regadío tienen una gran demanda. Los cultivos en invernaderos están muy cotizados. Las fincas de recreo en buenas condiciones y cercanas a grandes núcleos de población. Viñedos, olivar, frutales, frutas tropicales, cítricos, cereal, etc.
En cuanto a explotaciones ganaderas tienen una alta demanda las dehesas, granjas de pollos, explotaciones porcinas, equinas, caracoles, vacuno de leche y de carne. También destacar las fincas de caza, especialmente las de alta riqueza paisajística o de animales.
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