Comprar fincas se ha convertido en una alternativa a la compra de departamentos urbanos y está creciendo rápidamente. Hay muchas razones para invertir en casas rústicas, entre ellas el ecologismo o la independencia. Una de las principales ventajas de vivir en una finca rústica es la calidad de vida, sostenibilidad, entre otros.
Si tenemos una finca y nos planteamos explorar el sector de la energía fotovoltaica para sacarle el máximo partido, lo primero que tenemos que valorar es si nuestro terreno es apto para una instalación de este tipo. Y para eso tenemos que considerar dos factores.
Por un lado está la calificación del sujeto. Los suelos, tanto en el ámbito urbano como en el rural, se asocian a un uso concreto a través de los planes urbanísticos de cada municipio. En este sentido, la calificación de suelo se refiere a unos usos generales y específicos a los que se destina cada predio. Por ejemplo, como usos generales podemos tener infraestructuras o espacios verdes, y como usos específicos consideraremos que son residenciales, industriales, culturales, etc. Para nuestros propósitos, necesitamos que el suelo sea apto para uso industrial.
Para lograr tener una finca más eficiente es importante invertir en una serie de factores, pero antes se debe conocer la importancia del certificado energético de las viviendas.
El Certificado de Eficiencia Energética es un documento emitido por un técnico cualificado que declara la eficiencia energética de un edificio o parte de un edificio. El Certificado de Eficiencia Energética es obligatorio para la venta y alquiler de un edificio.
Este se obtiene para que los posibles compradores o inquilinos puedan comprobar si el inmueble cumple unos requisitos mínimos de eficiencia energética. Para ello, debe contener valores de referencia para que los futuros inquilinos puedan evaluar el rendimiento energético del edificio en relación con los estándares.
Claves de mejora para una finca eficiente energéticamente
Las viviendas con certificado de eficiencia energética y que emplean métodos para reducir su huella ecológica, son cada vez más usuales. Así como las casas pasivas, de autoconsumo, etc.
Aislar techo y paredes para fomentar el aislamiento térmico
Así como es bueno usar un gorro tejido cuando hace frío, es bueno aislar el techo cuando hace frío en el interior. Instalar una capa de aislamiento en el tejado puede resultar muy económico si analizamos el ahorro que supone.
Tus paredes también merecen aislamiento. Rellenarlos con aislamiento de pared podría ser una forma muy económica de retener el calor en su hogar y ahorrar en las facturas de energía.
Alrededor de un tercio de la pérdida de calor en la mayoría de los hogares es a través de las paredes. Ya sea que viva en un apartamento o en una casa grande, es probable que recupere los costos de instalación en 5 años o menos.
Proteger de las corrientes de aire
Aislar sus ventanas es quizás la forma más fácil de hacer que su hogar sea más eficiente energéticamente. En invierno, una habitación con corrientes de aire es cualquier cosa menos cómoda. Por lo tanto, tiene sentido invertir en ventanas de doble acristalamiento energéticamente eficientes.
Se recomienda cambiar la caldera en caso necesario
Las calderas son cada vez más eficientes energéticamente. Si no ha tenido una caldera nueva en los últimos diez años, debería considerar reemplazarla por un modelo más nuevo.
Realizar un mantenimiento
Los radiadores más nuevos tienen características que hacen que su hogar sea más eficiente energéticamente, pero hay formas de mejorar la eficiencia de los modelos de radiadores más antiguos. Lo más importante es el mantenimiento anual por un profesional.
Automatizar el consumo
Un termostato inteligente reduce los costes de conducción y aire acondicionado en un 15%. Además la domótica ayuda, no solo a proteger la vivienda con la seguridad y alarmas, sino con el control remoto y automatizado de los diferentes sistemas y aparatos en la vivienda.
